Acompanyo a persones a que siguin més lliures i s’estimin millor.
Psicòloga, terapeuta Gestalt i corporal.

“Acompaño a personas a recuperar su capacidad de autorregulación.”
La autorregulación es la capacidad de todo mamífero de poder aportarse lo que necesita.
Los seres humanos, obviamente, también la tenemos.
Voy a poner un ejemplo:
Siento un ruido en mis tripas, me doy cuenta que tengo hambre, voy a la cocina y me como un plátano. Fin
Parece sencillo, ¿verdad?
Pues no lo es siempre.
Imagina que en vez de hambre, mi necesidad tiene que ver con una excitación sexual.
La respuesta podría sería más o menos sencilla. Pongo otro ejemplo:
Una persona siente una excitación genital, busca una pareja y copulan. Fin.
Qué bonito, ¿verdad?
Ahora vamos a suponer que a esta persona que debería sentir excitación genital se llama María, tiene 56 años y en su casa, cuando era niña, le dijeron (o le dieron a entender), que las mujeres que sienten placer son unas frescas. La niña que recibe eso, para pertenecer a su familia, se traga “el consejito” y directamente, no percibe la excitación sexual. Y no solo eso, es incapaz de permitirse sentir placer. Y cuando lo siente, siente culpa, rechazo, etc…
Ya no es tan bonito, ¿verdad?
Voy a poner otro ejemplo:
Héctor, un chico de 27 años, siente un vacío en el estómago, va a la cocina se come un plátano. Fin.
Oh no, Fin no! Sigue con el vacío en el estómago. Vuelve a la cocina y se come una galleta. Fin?
No,no. Sigue con la sensación de vacío. Vuelve de nuevo a la cocina y se come otra galleta. Y repite la operación varias veces sin llenar ese vacío, es decir, sin satisfacer su necesidad.
A Héctor, cuando era niño, le dijo su papá que los niños no lloraban. Y Héctor, que quería complacer a su papá, fue aprendiendo a dejar de llorar. Hasta dejó de sentir tristeza y empezó a comer galletas.
Los niños y las niñas nos adaptamos de sobremanera para ser amados por nuestra familia. A esa adaptación se le llama neurosis.
Las adultas y adultos podemos mirar cómo aprendimos a adaptarnos, qué creímos que se esperaba de nosotras, para volver a conectar con la necesidad real, hacernos responsables y decidir.
De esa manera, María podría disfrutar de su sexualidad y Héctor podría llorar en los brazos de su mejor amigo.
Mi trabajo consiste en ayudar a las personas a ser más conscientes de lo que sienten, lo que necesitan, cómo se interrumpen, de decidir si quieren satisfacer su necesidad y si es así, de cómo hacerlo.
Acompanyo a persones a que siguin més lliures i s’estimin millor.
Psicòloga, terapeuta Gestalt i corporal.